Foto de Carlos Alfaya. |
Con estas condiciones climáticas comenzábamos la jornada de observación de aves por Arousa Norte.
Durante el día la lluvia fina nos dio alguna tregua y el mar tenía la misteriosa calma que deja el temporal tras su paso y que otorga al agua un color gris uniforme y una inercia como balsa de aceite, ideal para el disfrute de las aves acuáticas y marinas.
Toda esta meteorología además transmitía tanto al paisaje, a las aves como a los que disfrutábamos de la naturaleza, una gran quietud.
La excepción fue la playa de Barraña, infestada de gente con perros, a pesar de la lluvia, que molestaban continuamente a las aves, incluso alguno sacó a pasear a su gato por la arena.
Zampullines cuellinegros. Carlos Luciarte. |
También destacar las riquísimas nécoras de la ría que nos sirvieron como pincho en un bar de la zona.
Foto de Marian Pujol. |
¡Fue un día ideal!
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