La destrucción de nidos pone en riesgo el
mantenimiento de las poblaciones de algunas especies protegidas como aviones,
golondrinas, vencejos y cigüeñas.
Gracias a las denuncias de cientos de ciudadanos
está aumentando el control de este delito contra la fauna.
La destrucción de nidos de
especies protegidas supone un delito según el artículo 334 de la Ley Orgánica
10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal que puede llegar a tener hasta
una pena de prisión de seis meses a dos años. Actualmente, hay abiertas varias
investigaciones por ello y la Guardia Civil ha aumentado el control sobre este
tipo de delito contra la fauna.
La colaboración ciudadana es clave para identificar la destrucción de
nidos, que se produce en la mayoría de los casos, por las molestias o
conflictos relacionados con la suciedad o el ruido que pueden ocasionar el
avión común, la
golondrina común, el
vencejo común y el
pálido y la
cigüeña blanca.
De los cientos de casos recibidos, 36 han sido denunciados por SEO/BirdLife en los últimos siete años, en
relación a las especies descritas, por su especial gravedad. De ellos
únicamente dos finalizaron con una sanción administrativa y no le consta a la
organización otras sanciones o resoluciones de reparación del daño por parte de
las administraciones competentes o tribunales. “Es necesario aumentar el
control de este delito y hacer un buen seguimiento de las investigaciones, por
lo que apoyamos todas las actuaciones que se están desarrollando desde la
Guardia Civil, ya que todos
estos casos cuentan con un alto grado de impunidad”, declara
David De la Bodega, responsable del Programa Legal de SEO/BirdLife que subraya
que: “se trata de especies protegidas por leyes europeas, nacionales y por
convenios internacionales como son la Directiva Europea de Aves, la Ley
42/2007, de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Convenio de Especies
Migratorias y el Convenio de Berna”.
Entre los meses de marzo y septiembre, y
predominantemente en entornos urbanos, SEO/BirdLife recibe cientos de
notificaciones ciudadanas por la destrucción de nidos o molestias en época de
reproducción de estas especies protegidas.
“Las aves aportan múltiples beneficios al ser humano, pero su presencia genera en algunas ocasiones
molestias y conflictos que, en la mayoría de los casos, tienen soluciones
sencillas”. “Muchas veces por desconocimiento, estos conflictos acaban en la
destrucción de nidos de aves que, tras sobrevivir a largas travesías de vuelta
a sus lugares de cría, se encuentran sin sus nidos o sufren la pérdida de sus
huevos o pollos”.
La destrucción de nidos y desaparición de lugares de cría
es una de las causas identificadas
por los expertos del declive de estas aves, que se suma a la
pérdida de hábitats adecuados para la nidificación y la intensificación
agrícola asociada al uso excesivo de insecticidas, que ha reducido en buena
medida su fuente de alimentación.
Los aviones y las golondrinas construyen sus nidos con
barro en aleros, esquinas o porches, mientras que los vencejos utilizan huecos,
grietas y rendijas en los edificios de cierta altura para ubicar sus nidos.
Utilizan preferentemente edificios antiguos, que están desapareciendo o siendo
sustituidos por otros nuevos que raramente ofrecen lugares aptos para la
nidificación de estas aves. Por otra parte, en las obras de reforma o rehabilitación de edificios
o monumentos muchas veces se destruyen los nidos o colonias con total impunidad y
raramente se tienen en cuenta criterios adecuados para que estas aves vuelvan a
encontrar lugares de nidificación idóneos.
La excepcionalidad
La eliminación o destrucción de nidos de estas
especies es una práctica ilegal y solo puede hacerse recurriendo a una
autorización administrativa previa del órgano ambiental competente. Las
autorizaciones solo se pueden conceder de manera excepcional y de forma
justificada, después de haber cumplido una serie de criterios estrictos y
únicamente si no existe una alternativa satisfactoria, que en la mayoría de los
casos son aplicables.
En todo caso, las autorizaciones, que conceden los órganos
competentes de las comunidades autónomas o sus delegaciones
territoriales, deben
respetar el periodo de cría de las especies. Y si realmente hay
que retirar un nido por motivos de seguridad, deben ofrecerse alternativas
viables para la nidificación de esta especie.
Soluciones
Frente a las posibles molestias descritas
anteriormente y que podrían ser el origen del conflicto, existen soluciones
viables para conciliar la presencia y reproducción de las aves con la
conservación del patrimonio y la convivencia con las personas.
El problema de la suciedad producida por las golondrinas o
aviones comunes se puede paliar con la colocación de una simple balda
o bandeja de protección bajo
los nidos. Para paliar los problemas de ruido, una posible solución es colocar
placas de insonorización que disminuyan los dB hasta llegar a los valores
aceptados por la normativa. En el caso de las cigüeñas existe la posibilidad de
instalar postes en las inmediaciones de ríos o arroyos cercanos, donde se
puedan colocar nidos artificiales o la instalación de plataformas metálicas en
los edificios e iglesias que albergan a las cigüeñas, o reducir el peso de los
nidos eliminando parte de las ramas que acumulan los padres cada año.