La codorniz común, una pequeña galliforme de colores muy crípticos propia de zonas de cultivos herbáceos, cereales y praderas, es desde hoy el Ave del Año 2020 tras ganar la votación popular organizada por SEO/BirdLife en alianza con su socio en Portugal, la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA).
La ciudadanía ha elegido, con 7.930 votos, por primera vez en alianza con el socio de BirdLife en Portugal, la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves SPEA, a la codorniz común como el Ave del Año 2020. La península ibérica alberga la población de codorniz común más importante de Europa occidental y en España se encuentra el núcleo más importante. Esta especie comparte muchas de las amenazas que sufre el medio rural y agrícola.
La especie ocupa la totalidad de la península ibérica y los archipiélagos y su población es la más importante de Europa occidental, siendo España el lugar donde se encuentra el núcleo más importante. A través de esta especie se visibiliza la pérdida de las especies, la alteración de los hábitats de los que depende, los efectos del cambio climático, y la insostenibilidad de ciertas prácticas cinegéticas como una inadecuada regulación de la media veda o la contaminación genética a causa de la suelta de codorniz japonesa o híbridos.
Con 7.930 votos, la codorniz común se ha alzado como ganadora para llevar el título de Ave del año 2020 por delante de los 6.130 que ha obtenido el aguilucho cenizo y los 5.156 del alcaudón real.
“La ciudadanía ha elegido a la codorniz común, la sociedad comienza a entender la gravedad de la pérdida de biodiversidad, estamos en un momento en el que hay sensibilidad ambiental y la gente quiere proteger lo que está dejando de ser común”, ha declarado Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. “Lo común ha dejado de serlo, ese es el problema. Nuestros años ya no tienen cuatro estaciones, nuestras ciudades ya no tienen tantos gorriones y nuestros campos ya no tienen casi codornices. En este caso, y gracias al Ave del Año, en 2020 reclamamos aún con más fuerza más vida en el campo”, ha añadido Ruiz.
AmenazasLa principal amenaza que sufre la especie en nuestro territorio, como otras con las que comparte el espacio en las zonas agrarias, es la alteración de los hábitats de los que depende su alimentación y reproducción. Además, la fuerte presión cinegética a la que se ha visto sometida la especie (más de un millón de individuos cazados anualmente, aunque la mayoría de granja) y la contaminación genética a causa de la suelta de codorniz japonesa o híbridos con fines cinegéticos suponen una amenaza adicional, que se suma a los efectos que el cambio climático puede estar teniendo ya sobre sus patrones migratorios y su éxito reproductor, asi como a los posibles problemas en sus zonas de invernada.
Con este panorama, actualmente en España se contabilizan apenas 225.000 ejemplares, habiendo sufrido un declive poblacional en los últimos 20 años del 74%, según los últimos datos datos de seguimiento de SEO/BirdLife (2019). “La situación de la especie es alarmante, el declive es tan grave que cumpliría para ser designada como una especie En Peligro según los criterios de amenaza de la UICN”, ha anunciado Ana Carricondo, coordinadora de Programas de Conservación de SEO/BirdLife.
En la actualidad, y desde hace décadas se ha desarrollado una gestión agraria poco favorable para la biodiversidad y esto constituye también la principal amenaza para la codorniz común. La pérdida de elementos naturales en el paisaje agrario y de prácticas clave como el barbecho, la simplificación de los cultivos, el adelanto de las cosechas o el uso generalizado de plaguicidas y herbicidas han ido reduciendo el valor de los hábitats agrarios. Esta transformación ha sido en gran medida inducida en España, como en el resto de países europeos, por la Política Agraria Común (PAC), que ha fomentado principalmente la intensificación y la productividad sin prestar atención a los efectos negativos sobre los recursos naturales y la biodiversidad. “Este año será crucial para decidir cómo será la PAC de los próximos años, de manera que se abre una oportunidad para cambiar esta situación y definir una política que consiga aunar la viabilidad y rentabilidad agrarias con la protección de la biodiversidad”, ha indicado Ana Carricondo.
Además los altos niveles de caza y la hibridación suponen una presión adicional a unas poblaciones ya en declive acusado, por lo que desde SEO/BirdLife se solicita, como ya lo lleva haciendo desde hace años para esta y para otras especies como la tórtola europea, una caza sostenible. En este sentido, la ONG pide sensatez al sector cinegético y colaboración para lograr una gestión más sostenible del medio.
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